viernes, 27 de abril de 2007

"La concejala de cultura de Coín veta una exposición por reflejar el matrimonio homosexual"

SUR, viernes, 27 de abril de 2007

MÁLAGA


El cura de Coín veta una exposición por reflejar el matrimonio homosexual

La muestra, de una pareja gay, se iba a inaugurar en mayo en la sala de un antiguo convento cedida por la iglesia al Consistorio para actos culturales. El párroco considera que parte de la temática es contraria a la moral católica

GEMA MARTÍNEZ/MÁLAGA


El párroco de la iglesia de Coín, Gonzalo Martín, ha prohibido una exposición de cerámicas que se iba a realizar en una sala del antiguo convento de la localidad por considerar que su mensaje «es contrario a la moral católica». La exposición, que se presenta bajo el título '1+1= Nous', y que incluye un apartado dedicado a los nuevos modelos de familia, ha sido realizada por el ceramista Salvador Luna y por su marido, Antonio Hernández, director de la escuela de primaria de Ojén, que también se dedica a trabajar la técnica de la cerámica.

En la imagen que configura el cartel de la exposición aparecen ellos besándose. Para el cura, la foto junto al título de la muestra está en contra de la doctrina de la iglesia: «Lo que dicen es que dos hombres besándose es igual a una familia, y esa es su opinión, no la de la iglesia. Nos hemos limitado a aplicar el convenio con el Ayuntamiento, en el que se especifica que no se realizarán actividades contrarias a la moral católica». Además afirma que fue la propia concejala de Cultura la que le avisó de que la citada muestra «podría no ser conveniente para un lugar en el que se siguen realizando actos de culto», y aseguró que no son los desnudos los que han motivado la decisión, porque de hecho se han permitido con otras obras.

Para Salvador Luna, la sala del antiguo convento es el mejor espacio que existe en Coín para exponer, y además mantiene que el convenio por el que la iglesia cede este espacio al Ayuntamiento para usos culturales implica que el Consistorio financie su mantenimiento: «En la última exposición se invirtieron 9.000 euros de dinero público en la iluminación. Eso se pagó también con parte de mis impuestos».

«Represaliados»

El artista, con una trayectoria profesional de 25 años, mantiene que la decisión del párroco «es una muestra de que la iglesia nos sigue represaliando». «Yo he estado 50 años con la cabeza agachada, y no estoy dispuesto a volver atrás. ¿No puedo darle a mi marido un beso públicamente?», afirma en relación a la imagen.

Luna y Hernández han recibido el apoyo del colectivo Ojalá, así como de la Asociación de Ceramistas del Guadalhorce y de la Fundación García Agüera, que trabaja para la promoción cultural en la localidad. De hecho, su presidente, el abogado José Manuel García, ha calificado la decisión del párroco como «una agresión contra la libertad de expresión y creación, que ratifica la discriminación en razón del sexo».

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